miércoles, 9 de marzo de 2011

Hochschild, A.R.: Sociología de la vida cotidiana (2009); Bauman-Z.: Ética postmoderna o La sociedad individualizada

Sociología de la vida cotidiana - Helena Béjar

Fuente: http://salonkritik.net/08-09/2009/07/sociologia_de_la_vida_cotidian.php

Originalmente en ABC.abcd

He aquí el primer libro traducido al español de la profesora de Berkeley, California, Arlie Russell Hochschild. Bienvenido este texto de esta destacada autora de The managed heart. (Commercialization of human feeling) (1983), y de otras importantes obras sobre sociología de las emociones. El que ahora se reseña es un largo conjunto de artículos, algunos de los cuales son muy antiguos, y que repiten las tesis de The managed heart, que analizaba cómo el capitalismo tardío construye oficios que obligan a mostrar sentimientos y con ello convierten la amabilidad en simpatía estandarizada y forzada. Las azafatas y las empleadas de supermercado eran los objetos de investigación preferidos.

En La mercantilización de la vida íntima se analiza cómo el «cuidado» (con especial atención al de los ancianos en el seno de la familia) es un trabajo, una labor, diría Hannah Arendt, que el capitalismo tardío desprecia (son las amas de casa y las inmigrantes, protagonistas del «drenaje del cuidado» de sus familias a los extraños), a la vez que crece su necesidad en un mundo de familias que tienden a reducir su tamaño y a convertirse en núcleos individualizados dedicados al trabajo. El propio término de «cuidado» se asocia a lo femenino, a lo privado, a una emocionalidad vacía por identificarse con lo sentimental.

Cuatro perspectivas

La autora estudia cuatro perspectivas al respecto.

La primera, la «solución tradicional», anida en la familia y la madre que se ocupa de los dependientes.

La segunda, la «postmoderna», en la cual los dos cónyuges trabajan y se produce un déficit de cuidado (sobre los abuelos, pero también sobre los niños). Se construye, así, el «anciano independiente», que es expulsado enseguida del hospital y al que se obliga a un «estoicismo postmoderno», tan cruel como progresivamente abrazado. El mensaje es que la necesidad física de cuidado se transforma en una cuestión psicológica. La cuestión es, se pregunta críticamente la autora, si podemos manejar nuestra necesidad de cuidado -físico y emocional- para ajustarnos a las actuales normas minimalistas del mismo.

La tercera solución es la «moderna-fría», en la cual las instituciones se ocupan en parte del ciudado. Es el caso de los Estados Unidos.

Y la última y cuarta, la «moderna-cálida», propia de los países nórdicos, en la que la responsabilidad estatal se acompaña de un cuidado familiar igualitario entre hombres y mujeres. Frente a los casos segundo y tercero, el cuidado se concibe como un trabajo moral y socialmente importante.

Otra cuestión de gran interés en este libro necesario, aunque desigual, es el análisis que Hochschild hace de la literatura de autoayuda (mucho antes que Illouz, por ejemplo) que refleja el «enfriamiento cultural en su enfoque de la vida íntima»: reafirma un ideal de igualdad entre los géneros para socavar los lazos emocionalmente ricos. El feminismo habría abierto la puerta a la mercantilización de la vida íntima. El amor se ha convertido en un arduo trabajo que gira alrededor del yo. La literatura de autoayuda expresa un paradigma afectivo donde priman la desconfianza y la precaución: un yo sin necesidades se relaciona con un tú sin precariedades. Como «intermediarios culturales» (Bourdieu), dichos manuales configuran activamente una cultura donde el mercado ha colonizado la vida íntima.

Responsibilidad ante el otro

Y así llegamos al último libro del ya tan prolífico Bauman. Aquí se reencuentran los temas de sus mejores obras como Ética postmoderna o La sociedad individualizada. El hombre contemporáneo es un ser al que la cultura individualizada insta a tener una identidad. Ello no es, como se le hace creer, una elección sino un «destino», tanto más pesado cuanto menos puede escapar del «juego individualizador», que le obliga a ser autosuficiente, a «surfear» sobre las olas de la incertidumbre institucionalizada, a hacer de la necesidad virtud. La vida no es una obra de arte como entendieron los clásicos sino una sucesión de «vueltas y revueltas» compuestas por episodios aislados desprovistos de continuidad. Malos tiempos para reclamar, como hace el autor, que el hombre es un ser intrínsecamente dependiente de los demás -su criticado Durkheim así lo teorizó- y por ende vulnerable. Malos tiempos para la responsabilidad ante el otro cuando ni las instituciones ni el prójimo se quieren hacer cargo de sus deberes. Libro en la línea de la sociología moral que Bauman teoriza. Texto sombrío y que no aporta gran cosa de nuevo a la obra del sociólogo polaco.

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